Menos taladros, más presión para Pemex

El rig count en México se desplomó 43% anual. Entre taladros parados, adeudos con contratistas y un rescate de 250 mil millones de pesos, Pemex encara meses decisivos.

Qué pasó y por qué importa

El rig count —la métrica que sigue cuántos equipos de perforación están activos— cayó 43% en México frente al mismo mes del año pasado. Detrás de ese bajón hay señales preocupantes: menos actividad perforadora, contratos pausados por impagos y metas de producción que se alejan. Para una economía que depende del petróleo para estabilizar precios de combustibles y finanzas públicas, el golpe no es menor.

El termómetro del subsuelo: rig count a la baja

La alerta la encendió Energy Magazine: plataformas activas en México bajaron 43% anual. En tierra el ajuste es más severo y en mar también se siente. La estadística confirma un freno que ya venía asomando desde finales de 2024, cuando comenzó a disminuir la actividad de perforación.

Efecto dominó: taladros parados y pagos tardíos

La menor actividad no ocurre en el vacío. Contratistas y operadores han pausado equipos ante atrasos de pago y menor visibilidad de proyectos. Casos recientes incluyen plataformas detenidas y hasta retiro de maquinaria pesada en obras estratégicas, lo que presiona tiempos y costos. En paralelo, los pasivos con proveedores se cuentan en decenas de miles de millones de dólares y la deuda financiera sigue por arriba de los 100 mil millones, lo que encarece y dificulta la operación cotidiana de la empresa.

El salvavidas: un vehículo por 250 mil millones

Para cortar la sangría, el Gobierno federal habilitó un vehículo de inversión administrado por Banobras por 250 mil millones de pesos. La idea es doble: normalizar pagos a la cadena de suministro y fondear proyectos con retorno claro. El reto es enorme: priorizar campos y terminaciones que realmente eleven producción, evitar que el dinero se diluya en gasto corriente y liberar pronto los cuellos de botella contractuales. Jorge Mendoza Sánchez explicó que el instrumento es inédito y que busca mejorar el perfil financiero de la petrolera.

Producción contra promesas

Mientras tanto, la producción de crudo promedia alrededor de 1.6 millones de barriles diarios y la propia Pemex proyecta 1.58 mbd en 2025, por debajo de objetivos oficiales más ambiciosos. Entre declinación natural de campos y demoras en terminaciones, la brecha entre metas y realidad se amplía. La continuidad operativa de refinerías ayuda en combustibles, pero sin suficiente crudo nuevo, el margen de maniobra se estrecha.

¿Y los precios al consumidor?

Mantener estables los precios de gasolina tiene costo fiscal y operativo. Con tope de precio por más tiempo, la ecuación exige más eficiencia logística, menos mermas y, sobre todo, claridad en cómo se fondea ese esfuerzo sin deteriorar aún más el balance de Pemex. En el corto plazo evita un golpe inflacionario; en el mediano, presiona las finanzas si la producción no repunta.

Lo que sigue (checklist para los próximos 90 días)

  • Reactivación de equipos: ¿cuántos taladros vuelven a operar y dónde?
  • Pagos a proveedores: monto liquidado, antigüedad promedio de cuentas y ritmo semanal de dispersión.
  • Terminaciones y conexiones: pozos listos para producir y tiempos reales de entrada a línea.
  • Producción diaria: tendencia mensual y diferencial contra la meta de 1.58–1.60 mbd.
  • Obras críticas: continuidad en plantas (coquizadoras, mantenimiento mayor) sin nuevo paro por adeudos.