Volver al trabajo tras el parto, ¿a qué costo?

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Con más del 58 % de madres en empleos informales, regresar al trabajo después del parto sigue siendo un reto sin apoyo real para millones de mujeres.

Entre pañales y juntas: el reto de volver al trabajo
En México, nacer ya no es tan común como antes. En el último año se registraron 1,329,264 nacimientos, una caída del 12.6 % respecto a 2023. Pero lo que no ha bajado es la exigencia para las más de 17.5 millones de madres activas laboralmente. Según el INEGI, más de la mitad de ellas trabaja sin prestaciones, sin apoyo y con el cuerpo apenas recuperándose del parto.

Entre cesáreas, lactancia y noches sin dormir, miles de mujeres deben reincorporarse a sus empleos sin herramientas reales para transitar el posparto con dignidad y salud.

“La presión por rendir en el trabajo, cuidar al bebé y recuperarse físicamente, todo al mismo tiempo, genera un cóctel de agotamiento brutal”, señala Lizeth Cuara, CEO de Misty Phases.

La maternidad también duele (y no sólo en lo físico)
El 56 % de los partos en México fueron por cesárea, una cirugía mayor que requiere cuidados y tiempo para sanar. Sin embargo, muchas mujeres se ven obligadas a regresar a su jornada laboral en semanas, sin permiso extendido ni red de apoyo.

Las estadísticas lo confirman:

0.42 % de las madres trabajadoras tienen entre 15 y 19 años

11 % entre 20 y 29 años

25.7 % entre 30 y 39

28 % entre 40 y 49

El resto, más de 50 años

Y el 58 % de todas ellas lo hacen sin contrato, sin seguro, sin licencias. Solo con el cuerpo roto, el ánimo en vilo y muchas veces, con culpa a cuestas.

Consejos para un regreso laboral con menos dolor
Desde Misty Phases, especialistas en productos para el cuidado postparto, recomiendan:

Fajas postparto especializadas: Apoyo lumbar y abdominal para disminuir molestias, sobre todo tras cesárea.

Pantys con tiras de silicona médica: Ayudan a cerrar la musculatura abdominal y a mejorar la apariencia de cicatrices.

Terapia frío-calor: Ideal para el dolor lumbar, inflamación en el abdomen y congestión mamaria.

Descansos programados: Estirarse y respirar profundamente, aunque sea cinco minutos, hace diferencia.

Tener una red de apoyo: Desde un grupo de mamás en línea hasta una terapeuta perinatal o la jefa comprensiva.

No es sólo autocuidado, es supervivencia
La recuperación postparto no debería ser una carrera de obstáculos. Y aunque el cuerpo femenino tiene una capacidad asombrosa, lo que realmente falta es empatía estructural. Porque cuando una madre está bien, el bebé está bien. Y cuando ambas cosas suceden, también gana la empresa.

“Queremos que las madres se sientan contenidas, comprendidas y físicamente capaces de volver a su vida diaria”, insiste Lizeth Cuara, quien ha hecho del autocuidado una causa.

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