Agrovoltaica impulsa al campo mexicano

El 2º Simposium Nacional Agrovoltaico en Querétaro consolidó alianzas y debates para integrar energía solar y agricultura en México y Latinoamérica.


Querétaro, tierra fértil para la agrovoltaica

El 25 y 26 de septiembre se celebró el 2º Simposium Nacional Agrovoltaico, organizado por la Red Agrovoltaica Mexicana (RAMe). Querétaro se perfila como zona estratégica para esta tecnología gracias a su vocación agrícola, la alta radiación solar y el crecimiento de inversiones en energías renovables.

Durante el encuentro, científicos, legisladores, productores y empresarios exploraron tendencias, modelos de negocio y marcos regulatorios que buscan detonar la sinergia entre el campo y la energía solar.


Una alianza con visión regional

Uno de los momentos más destacados fue el lanzamiento de la Alianza Agrivoltaica Latinoamericana, concebida para articular cooperación y proyectos en toda la región. En la presentación participaron la Dra. Marcia Montedonico (Chile), la Dra. Amanda Mendes (Brasil) y la Dra. Andrea Cusva (Colombia), quienes subrayaron la necesidad de compartir conocimientos y fortalecer la innovación en el sector agrícola con energías limpias.


Claves jurídicas y modelos de negocio

En el marco del evento, la Mtra. Valeria Amezcua, presidenta de la RAMe, y Lilia Alonzo, secretaria de la red, encabezaron la masterclass El Nuevo Marco Jurídico del Sector Eléctrico, donde se desglosó el panorama legal que impactará a los proyectos de energía limpia vinculados al campo.

También se presentaron ponencias del Dr. Greg Barron-Grafford, la Mtra. Teresa de León y el Ing. Alejandro Guerrero, quienes destacaron la urgencia de contar con suelos sanos y de diseñar modelos de negocio viables para garantizar que los sistemas agrovoltaicos se conviertan en una palanca de desarrollo rural.


Impacto social y ambiental

Las mesas de diálogo abrieron un debate sobre cómo la agrovoltaica puede rendir frutos más allá de lo económico. Se resaltó su potencial para generar autoempleo en comunidades rurales, mejorar la crianza en el entorno familiar, fortalecer la infraestructura agrícola y electrificar zonas que aún carecen de acceso confiable a la energía.

El caso de la primera instalación agrovoltaica en México —implementada en 2023 por la UNAM— fue citado como ejemplo de éxito: 72 paneles solares, un sistema de captación de lluvia con capacidad de 145 m³ y una reducción de hasta 80% en el consumo de agua.


Más allá de un simposio

Este 2º Simposium reafirmó que la agrovoltaica no es sólo una tendencia tecnológica: es una herramienta estratégica para enfrentar el cambio climático, optimizar el uso del suelo y detonar la economía rural mexicana y latinoamericana.