Torres y sismos: lecciones globales para México

Taipei 101, Torre Mayor y obras chinas muestran tecnologías sísmicas ya probadas; contrastarlas con nuevos proyectos en Reforma revela lo que debe exigirse.

19S: memoria y exigencia técnica

Cada 19 de septiembre México recuerda los terremotos de 1985 y 2017. No son fechas simbólicas: son advertencias de que la capital, edificada sobre suelos blandos, requiere estructuras que anticipen lo peor. Las normas locales ya obligan a considerar espectros de respuesta propios de la ciudad, pero la experiencia internacional demuestra que siempre se puede —y se debe— ir más allá.


Tecnologías antisísmicas de vanguardia

Hoy, la ingeniería civil recurre a soluciones que hace unas décadas sonaban futuristas:

  • Aislamiento de base: desacopla el edificio del suelo, reduciendo la energía transmitida. Es común en Japón y en sedes institucionales.
  • Amortiguadores (dampers): dispositivos que disipan energía mediante fluidos o fricción, limitando desplazamientos.
  • Masa sintonizada (TMD): grandes péndulos o depósitos que oscilan en oposición al movimiento del edificio; emblema del Taipei 101 en Taiwán.
  • Materiales inteligentes: aleaciones con memoria de forma que absorben deformaciones y regresan a su estado inicial.
  • Monitoreo en tiempo real: sensores que miden derivas y microfisuras, habilitando mantenimiento predictivo.

Ejemplos que ya operan en el mundo

ObraUbicaciónInnovación antisísmicaEnseñanza
Taipei 101TaiwánPéndulo de 660 t como TMD, visible al públicoLa transparencia técnica da confianza; el damper ha probado su eficacia en sismos y tifones.
Tianjin CTF Finance CenterChinaMega-columnas inclinadas y geometría aerodinámicaEl diseño arquitectónico también es ingeniería sísmica: la forma reduce torsiones y cargas.
Torre MayorCiudad de México96 amortiguadores visibles que disipan energíaDemuestra que la innovación puede aplicarse localmente y verificarse con dictámenes públicos.

El caso de University Tower®

El proyecto residencial en Paseo de la Reforma se presenta como “la torre más alta” del corredor. Sus promotores destacan:

  • Geometría eficiente y sistema dual de muros de concreto y marcos perimetrales.
  • Cinturones de rigidez que acoplan muros en varias direcciones.
  • Cimentación profunda con sótanos de gran extensión.
  • Masa sincronizada en la parte superior, una gran cisterna que funcionaría como TMD.
  • Simulaciones no lineales con sismos históricos, asegurando resistencia a eventos mayores a 8.5.

La diferencia es que obras como Taipei 101 o Torre Mayor ya demostraron su eficacia en la realidad. En proyectos en curso, la única garantía es que la información técnica se coteje con memorias de cálculo selladas, dictámenes de peritos y sistemas de monitoreo comprobados.


Más allá de un edificio

La seguridad estructural no es un atributo comercial: es un compromiso social. Los simulacros, la cultura de prevención y la resiliencia urbana son tan importantes como el acero y el concreto. Tras un sismo, la ciudad debe seguir funcionando. Ese es el verdadero estándar.

Fuentes de la nota