
Ricardo Walls venció al osteosarcoma en su infancia y hoy, con una prótesis robótica, demuestra que es posible vivir con plenitud tras el cáncer óseo.
Cáncer óseo, espectador de la evolución de las prótesis
A los seis años, Ricardo Walls recibió una noticia que cambiaría su vida: un diagnóstico de osteosarcoma, un tipo de cáncer óseo maligno. Todo comenzó con un golpe menor en la pierna que derivó en una inflamación persistente. “Me llevaron al médico por el dolor y la inflamación que no se detenía; me hicieron algunos estudios y me diagnosticaron este tipo de cáncer en los huesos”, recuerda.
Tras la cirugía de amputación, su primera prótesis era rudimentaria: un socket de yeso, un tubo de acero sin rodilla y un pie rígido de madera. “A lo largo de mi vida he tenido aproximadamente 30 prótesis”, comparte. Hoy, a sus 56 años, Ricardo Walls utiliza una prótesis robótica avanzada que le permite caminar con libertad, hacer ejercicio y mantener una vida activa. “Me siento muy afortunado de tener una prótesis que me permite una vida independiente y plena”, afirma.
En el marco del mes del Sobreviviente de Cáncer, su historia cobra aún más relevancia, sobre todo al hablar del osteosarcoma, el segundo tumor sólido más frecuente en niños y adolescentes mexicanos, según el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia. Su mayor incidencia ocurre entre los 10 y 19 años de edad, y afecta con más frecuencia a varones. Los huesos largos, como el fémur, la tibia o el húmero, son los más comúnmente afectados.
Dolor, fracturas y fatiga: señales del osteosarcoma
El osteosarcoma puede manifestarse a través de síntomas como dolor persistente en huesos y articulaciones, inflamación, fracturas sin causa aparente, fiebre recurrente y cansancio extremo incluso tras esfuerzos mínimos. Cuando el tumor no responde a tratamientos conservadores, puede ser necesaria una cirugía de resección, que en muchos casos termina en amputación.
Aquí es donde entra el papel de las prótesis modernas. “Las prótesis suelen ser utilizadas por personas que han perdido una extremidad debido a una lesión, un accidente o una enfermedad; en el caso del osteosarcoma también se utilizan cuando se amputa la lesión oncológica”, explica Mónica Guadalajara, responsable de Ottobock para México, Centroamérica y El Caribe.
Tecnología que crece con los pacientes
El protesista y ortesista René Govea Hernández, del Instituto Nacional de Rehabilitación, destaca la importancia de adaptar las prótesis al desarrollo del paciente. “Para los menores de edad amputados es fundamental cuidar su salud física, emocional y social, ello incluye ir a la escuela, jugar con sus amigos y pasear en el parque. Es decir, mantener su independencia”, señala.
En la actualidad, Ottobock desarrolla prótesis con rodillas hidráulicas, materiales resistentes al agua y piezas estéticas y funcionales, diseñadas para responder a las actividades cotidianas de cada usuario.
La historia de Ricardo Walls es reflejo de cómo la tecnología médica puede transformar el futuro de quienes enfrentan el cáncer desde la infancia. De las piezas de madera a las prótesis robóticas, su caso es testimonio de que sobrevivir al cáncer no sólo es posible, sino que también puede ser el inicio de una vida plena y activa.