Voluntad, ofensa y mercado: lo woke, el ocaso de la cultura y la victoria de lo kitsch

En esta obra provocadora, David Rieff analiza cómo la cultura woke se integra al capitalismo y redefine identidad, emoción y justicia.

David Rieff, ensayista y analista político con una trayectoria en conflictos internacionales y memoria histórica, retorna en esta obra al terreno cultural y filosófico. Hijo de Susan Sontag, su formación le ha permitido transitar de la meditación sobre la intervención humanitaria a una crítica de las transformaciones simbólicas del presente.

En Deseo y destino (edición en español publicada por Debate en 2025) Rieff se propone abordar el fenómeno de la cultura woke desde una mirada poco usual: ver no solo sus tensiones políticas, sino sus implicaciones culturales, económicas y morales.


Estructura y estilo

La obra se presenta como una colección de ensayos, no como un estudio sistemático o un tratado académico. Rieff aborda temas tan diversos como la censura editorial contemporánea, la noción omnipresente de “trauma”, o el futuro de la democracia bajo el influjo del mercado simbólico.

El estilo es aforístico, provocador, punzante: combina erudición ligera con tono crítico, evitando despliegues demasiado técnicos. Esta forma confiere agilidad a lectura aunque deja al lector con preguntas abiertas más que respuestas contundentes.


Ideas centrales

1. Lo woke como sistema simbólico y económico

Rieff sostiene que la cultura woke —la que gira en torno a la identidad, la ofensa lingüística, la sensibilidad moral— no es un discurso marginal o meramente antagonista, sino que se ha vuelto compatible, incluso funcional, al capitalismo global. Cita cómo grandes corporaciones abrazan diversidad, orgullo y banderas identitarias sin que cambie su estructura económica.

De ese modo plantea una paradoja: mientras aumenta la sensibilidad hacia la ofensa simbólica, las desigualdades materiales permanecen o empeoran; y el sistema que supuestamente se cuestiona lo incorpora.

2. El individuo-emoción y el comunitarismo identitario

Una de las aportaciones más interesantes es la forma en que Rieff vincula dos polos aparentemente opuestos —el individualismo radical (cada quien es todo lo que siente ser) y el comunitarismo de la política identitaria— dentro de un mismo relato cultural. Lo que hay, afirma, es una conjunción: “yo soy lo que siento, y además mi comunidad merece reconocimiento”. Esto genera una nueva subjetividad autoritaria, centrada en la sensibilidad, la ofensa y el sentimiento de victimización.

3. Antecedentes históricos y cambios cualitativos

Rieff rastrea los orígenes de este fenómeno en cuatro pulsiones históricas: la creación del “hombre nuevo” del comunismo, la demonización del pasado en la Revolución Cultural china, el mito europeo de la inocencia premoderna, y la “revolución terapéutica” que consagró al “yo imperial”. Pero insiste en que lo novedoso del momento no es tanto su origen como la forma en que convive con el capitalismo tardío.

4. Moralismo, kitsch y democracia

El autor critica que esta nueva cultura moralista se sustenta en la idea de que la ofensa simbólica es más grave que la privación material. Como escribe: “la conciencia social se ha desplazado al terreno de las emociones y la corrección moral”. También explora cómo lo kitsch (lo estético, lo superficial, lo espectáculo de la indignación) se vuelve vehículo simbólico de esta transformación.


Espejo

  • Rieff ofrece un espejo poco cómodo para la izquierda: no se trata sólo de criticar la derecha, sino de examinar cómo la propia sensibilidad progresista puede llegar a reproducir lógicas de mercado y dominación simbólica.
  • Su interdisciplinariedad (cultura, economía, política) permite pensar el fenómeno woke más allá de etiquetas y polarizaciones simplistas.
  • La escritura es ágil, incisiva, apta para lectores que buscan ensayos provocadores más que manuales.

Mirada incómoda

  • Quienes buscan una estructura académica rigurosa pueden sentirse insatisfechos: la colección de ensayos no ofrece un hilo conductor exhaustivo ni desarrolla sistemáticamente todas sus tesis.
  • Algunas críticas apuntan a que Rieff minimiza o ignora los daños reales de racismo o sexismo, y se concentra en la cultura de la indignación sin articular suficientemente su vínculo con la injusticia material.
  • Dado que su mirada es crítica con la sensibilidad contemporánea, puede resultar incómoda para quienes se identifican con los movimientos que analiza.

¿Para quién es este libro?

Deseo y destino es recomendable para lectores interesados en pensamiento cultural contemporáneo, para quienes desean pensar la política identitaria desde una vertiente crítica y poco complaciente. Si bien no es un tratado para especialistas en sociología de la cultura, sí puede servir como punto de partida para debates sobre identidad, moral, capitalismo y poder.

En el contexto mexicano y latinoamericano, su valor radica en ofrecer herramientas conceptuales para entender cómo las dinámicas simbólicas globales (identidad, emoción, ofensa) se entrelazan con las estructuras económicas y políticas locales.


Apuesta

David Rieff entrega una obra estimulante que desafía tanto a la cultura woke como a quienes la critican desde posiciones tradicionales. Deseo y destino no promete soluciones fáciles; más bien busca levantar preguntas incómodas acerca de cómo lo simbólico, lo emocional y lo comercial se entretejen en la cultura contemporánea. Como lectura para quienes quieren repensar identidades, moralidades y economías del siglo XXI, es una apuesta potente.