
Organizar gastos del regreso a clases es un reto. Con planeación y apoyos financieros adecuados, las familias pueden iniciar el ciclo con tranquilidad.
El final del verano llega con mochilas nuevas, zapatos impecables y útiles listos para estrenar. Sin embargo, para muchas familias mexicanas también significa enfrentar uno de los periodos de mayor presión económica del año.
Los gastos no se limitan a los libros o uniformes: inscripciones, colegiaturas, transporte y hasta la compra de dispositivos electrónicos hacen que el presupuesto se sienta como un cubo de agua desbordado.
Estrategias para sobrevivir al gasto
Expertos recomiendan comenzar con algo básico pero poderoso: hacer un presupuesto escolar realista. Revisar qué útiles se pueden reutilizar, comparar precios y evitar compras impulsivas puede ahorrar más de lo que parece.
Además, adelantar pagos como colegiaturas suele dar acceso a descuentos, y dividir gastos en quincenas ayuda a que la carga no se concentre en un solo golpe.
¿Y si falta dinero?
Aunque para algunos pedir un crédito puede sonar a última opción, lo cierto es que, usado con orden, se convierte en un apoyo clave. Plataformas como DiDi Préstamos ofrecen líneas de hasta 46,800 pesos para cubrir necesidades relacionadas con la escuela: desde colegiaturas y uniformes hasta tecnología o transporte.
Lo importante es hacerlo con planeación y propósito, evitando que la deuda se convierta en otro dolor de cabeza.
Tranquilidad también es cuidado familiar
El bienestar financiero influye directamente en el ánimo de toda la familia. Un inicio de ciclo escolar sin sobresaltos económicos permite que niños y padres se concentren en lo que realmente importa: aprender, crecer y disfrutar esta etapa.
Enseñar a los hijos que las temporadas difíciles se pueden afrontar con organización y responsabilidad es también una forma de educación.