
Esta enfermedad hepática silenciosa relacionada con el metabolismo, afecta a más de 250 millones de personas. La obesidad y la diabetes elevan su riesgo.
No se trata de la icónica película de guerra de los años setenta. En este caso, MASH no es una comedia negra, sino una amenaza silenciosa para la salud pública. La esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica —por sus siglas en inglés, MASH— afecta ya a más de 250 millones de personas en el mundo, y se prevé que el número de casos en etapas avanzadas se duplique para el año 2030. En el marco de su día mundial, especialistas insisten en la urgencia de detectarla y tratarla a tiempo.
MASH, también conocida como NASH (esteatohepatitis no alcohólica), representa la etapa más grave de la enfermedad hepática por acumulación de grasa no causada por el alcohol, técnicamente denominada MASLD. Esta condición se caracteriza por inflamación, daño celular en el hígado y acumulación de lípidos en el órgano.
Aunque su origen exacto aún es incierto, se sabe que factores como la obesidad, la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico y niveles altos de colesterol LDL (“malo”) son determinantes en su desarrollo. Se estima que tres de cada cuatro personas con sobrepeso presentan MASLD y que hasta un tercio de ellas ya vive con MASH.
Lo más preocupante es que esta enfermedad suele no presentar síntomas durante años. Su avance puede llevar a cirrosis, falla hepática, cáncer de hígado y enfermedades cardiovasculares. Aun así, el diagnóstico suele ser tardío debido a la falta de pruebas accesibles y no invasivas.
“La incorporación de tecnologías de diagnóstico no invasivas podría cambiar el juego para los pacientes”, afirma Mike Vivas, director médico senior en México, quien destaca la necesidad de alternativas al uso de biopsias, que suelen ser costosas y agresivas.
En México, aunque no existen estudios nacionales actualizados y representativos sobre la prevalencia de MASH, los datos sobre obesidad y diabetes son suficientes para encender las alertas. Se estima que el 75% de los adultos mexicanos mayores de 20 años viven con sobrepeso u obesidad, lo que equivale a más de 70 millones de personas. Por su parte, 14 millones de personas en el país padecen diabetes tipo 2, una de las principales condiciones asociadas a esta enfermedad hepática.
Además, la enfermedad no es exclusiva de adultos. Aunque la mayoría de los casos se presentan entre los 40 y 60 años, también puede desarrollarse en niños y adolescentes, lo que complica aún más su detección temprana.
En este contexto, la farmacéutica Novo Nordisk®, una de las líderes globales en el cuidado de la salud, presentó recientemente resultados positivos en el Congreso 2025 de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL), donde mostró que el tratamiento con semaglutida 2.4 mg podría ofrecer beneficios prometedores para quienes viven con MASH.