Esperanza para combatir la osteoporosis

Desarrollan nueva terapia para la osteoporosis que regenera los huesos sin necesidad de trasplantes celulares

Científicos logran frenar la pérdida ósea en modelos animales mediante el uso del secretoma de células madre modificadas.

Una innovadora terapia desarrollada por investigadores promete transformar el tratamiento de la osteoporosis al regenerar el tejido óseo de manera segura y efectiva, sin necesidad de trasplantes celulares. El hallazgo, que aún se encuentra en fase preclínica, ha mostrado resultados prometedores en modelos animales.

De acuerdo con un estudio publicado en Advanced Science, científicos del Instituto Karolinska en Suecia lograron reducir significativamente la pérdida ósea en ratones con osteoporosis mediante el uso del secretoma de células madre mesenquimales modificadas genéticamente para silenciar el gen Smurf1. Los investigadores concluyen que este enfoque tiene un “alto potencial terapéutico” y representa una alternativa segura frente a los tratamientos actuales basados en la implantación celular. (Fuente: Advanced Science, DOI: 10.1002/advs.202304018).

La clave del tratamiento está en el uso del secretoma —el conjunto de moléculas bioactivas que secretan las células madre mesenquimales (MSC)—, las cuales fueron modificadas genéticamente para silenciar el gen Smurf1, conocido por inhibir la formación de hueso. Esta modificación provocó que las células produjeran un secretoma enriquecido que estimula la regeneración ósea y reduce su degradación.

En estudios realizados en ratones con osteoporosis inducida, el tratamiento redujo en un 50% la pérdida de hueso trabecular en tan solo cuatro semanas. A diferencia de otras terapias basadas en células madre, este enfoque no requiere la implantación de células en el organismo, lo que disminuye los riesgos asociados al rechazo inmunológico y facilita su producción a gran escala.

Este avance representa una nueva vía para tratar enfermedades óseas como la osteoporosis, que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, los investigadores subrayan que aún son necesarios estudios clínicos en humanos para confirmar su seguridad y eficacia.