Demencia vascular, segunda causa del deterioro cognitivo

Detectarla a tiempo puede mejorar la calidad de vida del paciente.


La demencia vascular es una forma de deterioro cognitivo que ocurre cuando se reduce el flujo sanguíneo al cerebro, lo que daña las células cerebrales. De acuerdo con la Dra. Maisha Robinson, neuróloga de la Mayo Clinic, esta condición suele estar vinculada a otros problemas de salud como hipertensión, diabetes o antecedentes de accidentes cerebrovasculares.

Aunque la enfermedad puede parecer repentina, en muchos casos sus síntomas se desarrollan de manera gradual. Entre los más comunes están los problemas de memoria, dificultad para tomar decisiones, cambios en el comportamiento y pérdida de habilidades cognitivas.

“Muchos de los síntomas pueden parecerse a los del Alzheimer”, explica la Dra. Robinson, “pero la diferencia principal radica en la causa: en la demencia vascular, el daño se debe a una mala circulación”.

Un diagnóstico temprano permite controlar los factores de riesgo y ralentizar el progreso de la enfermedad. Por ello, la especialista recomienda acudir al médico ante cualquier señal de alerta, sobre todo si hay antecedentes cardiovasculares.

Además del tratamiento médico, llevar un estilo de vida saludable —como hacer ejercicio, mantener una dieta equilibrada y controlar el estrés— puede contribuir significativamente a prevenir o retrasar la aparición de la demencia vascular.