Las mujeres pierden menos audición con la edad

Aunque todos perdemos audición con el paso del tiempo, diversos estudios confirman que las mujeres tienden a conservar mejor su capacidad auditiva que los hombres, especialmente en los sonidos agudos —como una notificación de celular o una flauta—.

La clave parece estar en una combinación de factores biológicos y ambientales. Por un lado, las mujeres muestran una mayor sensibilidad a las frecuencias altas, mientras que los hombres oyen mejor los tonos graves. Pero con la edad, la pérdida auditiva en ellos es más rápida y pronunciada, más del doble que en ellas.

¿Por qué sucede esto? Se cree que las hormonas femeninas, especialmente los estrógenos, ejercen un efecto protector sobre el oído interno. Además, los hombres suelen estar más expuestos a entornos ruidosos por razones laborales, lo que acelera el deterioro auditivo.

Sin embargo, las mujeres no están exentas de riesgos. La pérdida auditiva se puede ver afectada por eventos como la menopausia temprana, un mayor número de hijos o periodos reproductivos más cortos. Incluso el uso de terapia hormonal después de los 50 años podría aumentar las probabilidades de presentar este problema.

La genética también desempeña un papel importante. Un historial familiar de sordera, especialmente por vía materna, incrementa el riesgo de pérdida auditiva en mujeres. De hecho, algunos estudios indican que los genes podrían explicar hasta un 75% de las diferencias auditivas en mujeres mayores.

Otros factores relacionados con la salud también influyen. Una menor masa ósea en el cuello femoral, deficiencia de vitamina B-12 y folato, obesidad, presión alta, colesterol elevado, diabetes mal controlada y el tabaquismo (incluido el vapeo) están todos asociados con una mayor pérdida auditiva. Por el contrario, el consumo moderado de alcohol podría tener un efecto protector.

Aunque no podemos cambiar nuestra genética, sí podemos actuar sobre los factores modificables para proteger nuestra audición a largo plazo. La salud cardiovascular, la alimentación y el estilo de vida son aliados clave para conservar este valioso sentido.