Hace aproximadamente una semana, se produjo un ataque terrorista de Hamás en Israel, y en respuesta, el gobierno israelí tomó medidas enérgicas. Esto tuvo un impacto inmediato en el mercado del petróleo, que es un recurso esencial en nuestra vida diaria. De hecho, tan pronto como se anunció la noticia el sábado 7 de octubre, los precios del petróleo experimentaron un notable aumento.
Cuando comenzó la semana el lunes 9 de octubre, los precios del petróleo ya reflejaban este aumento. Esto es común cuando hay conflictos en el mundo, especialmente en el Medio Oriente, ya que la región alberga a los principales países exportadores de petróleo, conocidos como la OPEP+.
Cualquier evento importante en esa región puede afectar los precios del petróleo, y dado que ya estábamos lidiando con precios elevados debido a tensiones entre Rusia y Ucrania, es probable que el petróleo mexicano se vuelva más caro de lo que hemos visto recientemente.
Por el momento, es complicado predecir con certeza lo que sucederá, pero es probable que experimentemos un aumento en el costo de muchos productos, lo que podría llevar a una mayor inflación y tasas de interés más altas. Esto, a su vez, podría retrasar la recuperación económica que los analistas habían anticipado.
En los mercados financieros, veremos un enfoque más cauteloso por parte de los inversionistas, quienes buscarán refugiarse en activos más seguros, al mismo tiempo que reducirán su disposición a asumir riesgos. Es probable que haya ajustes en los mercados de inversión de capital.
¿Qué podemos esperar en las próximas semanas?
Podemos anticipar que otras naciones, en diferentes grados, se involucrarán en apoyo a Israel, lo que podría llevar a un aumento en los precios del petróleo, que ya están por encima de los 89 dólares por barril (Brent – Mar del Norte). Desde un punto de vista técnico, es posible que el precio del petróleo continúe subiendo y supere los 100 dólares por barril.
En México, generalmente el último trimestre del año es positivo debido al aumento en el consumo durante la temporada de festividades. Sin embargo, debido a la situación en el Medio Oriente, la cautela en los mercados financieros, las tasas de interés elevadas y la presión inflacionaria, es posible que no veamos los efectos positivos de esta temporada en la economía mexicana.