Adrián Sánchez Bolaños, Director de Planeación Estratégica para América Latina y el Caribe en LexisNexis® Risk Solutions.
Los estafadores emplean ingeniería social para estafar a través de canales digitales y móviles. La creciente dependencia de estos canales, combinada con la dificultad de verificar la autenticidad del contacto, ha llevado a un aumento en estafas y engaños. La detección y mitigación de estas amenazas requieren una educación del cliente y enfoques específicos de autenticación y prevención.
El uso creciente de la tecnología móvil es evidente, con el tráfico móvil representando el 75% de las transacciones. Este cambio se debe a la adopción de la tecnología móvil por parte de generaciones jóvenes y mayores, así como por poblaciones de mercados emergentes.
Las estafas se basan en la manipulación del consumidor para revelar información confidencial. La detección del estafador y la identificación del canal de ataque son cruciales, al igual que la comprensión de las señales de fraude. Además, es esencial educar a los consumidores sobre cómo identificar el comportamiento sospechoso y protegerlos.
La combinación de soluciones digitales y físicas, como la biometría del comportamiento, puede fortalecer la defensa contra el fraude. Esta tecnología analiza cómo un usuario interactúa con dispositivos y aplicaciones para identificar desviaciones que podrían indicar actividad fraudulenta. Las empresas pueden utilizar esta información en tiempo real para tomar decisiones más efectivas en la detección de fraude y proteger a los consumidores.
Para combatir la ingeniería social y otras estafas, las empresas deben adoptar estrategias que incluyan la revisión de atributos de cuenta, canales de ataque y educación del cliente. Estos enfoques ayudarán a detectar y prevenir amenazas complejas y a empoderar a los consumidores en la protección de su seguridad en línea.