
México avanza en la automatización industrial con más de 6 mil robots instalados al año. El reto: cerrar la brecha de talento ante la ola de nearshoring.
Automatización al alza: ¿está lista Latinoamérica?
La revolución industrial no se detuvo en la era del vapor, ni en la del Internet. En México, ya se vive la Industria 4.0 —y viene con brazos robóticos, sensores inteligentes y una demanda creciente de talento especializado.
Cada año se instalan en el país unos 6,000 robots industriales, colocándolo en el top 15 a nivel global, como líder en América Latina y segundo en el continente, solo detrás de Estados Unidos. La apuesta es clara: ser una potencia manufacturera conectada.
La industria inteligente ya mueve millones
Las empresas que han adoptado tecnologías como Internet de las Cosas (IoT), sistemas autónomos y analítica predictiva han logrado elevar su productividad hasta en un 50 %. El mercado de automatización ya vale 2,470 millones de dólares en México, y podría alcanzar los 8,330 millones para 2033, creciendo a una tasa anual de 14.46 %.
El número de dispositivos conectados en la industria mexicana aumentó 201.7 % entre 2018 y 2023, alcanzando los 247 millones. ¿El resultado? Menos fallas, más eficiencia energética y menos sorpresas en la producción.
Nearshoring: oportunidad millonaria… si se aprovecha
Con la reubicación de cadenas globales de suministro (nearshoring), México podría capturar hasta 11 % de los procesos industriales globales en busca de nuevo hogar. Esto se traduciría en 80 mil millones de dólares en inversión y cuatro millones de nuevos empleos hacia 2030.
Pero el crecimiento no viene solo. Las empresas internacionales que aterrizan exigen fábricas automatizadas y talento capaz de trabajar con redes 5G, células robotizadas y análisis de datos industriales.
Ahí es donde entra el reto: la brecha de talento.
Rockwell Automation: aliados para los OEMs
Una de las compañías que acompaña esta transformación es Rockwell Automation, la firma de automatización industrial más grande del mundo. Según Rafael Pezzella, gerente del Programa OEM para América Latina, los fabricantes de maquinaria —también conocidos como OEMs— son clave para acelerar la evolución tecnológica de la región.
“Tras adquirir terrenos para una nueva planta, el siguiente paso es invertir en maquinaria. Aquí es donde nosotros jugamos un papel crucial, apoyando a los OEMs en la entrega de soluciones de alto valor a los clientes finales”, explica Pezzella.
Rockwell Automation estima que el mercado latinoamericano de equipos de servicio para OEMs crecerá entre 10% y 20% cada año, en los 19 países donde tiene presencia.
Robots, sensores y cero accidentes
Los avances van desde vehículos autónomos que trasladan materiales sin intervención humana, hasta soluciones de inteligencia artificial que predicen fallos antes de que ocurran.
“Con IA integrada, las máquinas pueden anticipar fallas y generar alertas antes de que ocurran los problemas, lo que garantiza una mayor previsibilidad y continuidad operacional”, agrega Pezzella.
Esto no solo reduce riesgos, sino que mantiene en marcha las operaciones 24/7. En un entorno industrial, cada minuto sin parar puede significar miles de dólares salvados.
¿Qué necesita Latinoamérica para no quedarse atrás?
Aunque ya hay avances notables, México y otros países de la región aún deben asegurar que las tecnologías que se aplican en Asia o Europa también lleguen con el mismo nivel de calidad.
Para apoyar a los fabricantes de maquinaria, Rockwell Automation creó la Rockwell Automation University, una plataforma de capacitación para dominar desde el manejo de HMI y movimiento de máquinas, hasta analítica de datos industriales. La idea es clara: formar profesionales listos para una industria autónoma y sin paros.