Gen Z revoluciona el mundo laboral

Con habilidades digitales nativas y foco en calidad de vida, la Generación Z impulsa cambios en las empresas pero debe fortalecer sus habilidades blandas.

Centennials: talento con sello digital

La Generación Z, nacida entre 1997 y 2012, ya ocupa un lugar central en oficinas y empresas. Se trata de jóvenes que crecieron en un entorno digital y que hoy aportan innovación, rapidez y una mirada fresca hacia la flexibilidad laboral y el equilibrio vida–trabajo.

Pero no todo es perfecto: a pesar de su dominio tecnológico, persiste el reto de desarrollar habilidades blandas —como resiliencia, comunicación y trabajo en equipo— que les permitan integrarse mejor en entornos multigeneracionales.

Recomendaciones para liderar equipos Z

De acuerdo con Computrabajo, hay seis claves para potenciar a los centennials en los centros de trabajo:

  • Potenciar la innovación tecnológica: asignar proyectos estratégicos que aprovechen su dominio digital.
  • Fortalecer habilidades básicas: programas en comunicación efectiva y resiliencia.
  • Flexibilidad estructurada: esquemas híbridos o remotos con métricas claras.
  • Capacitación continua: acceso a cursos, certificaciones y reconocimientos.
  • Rapidez hacia la innovación: usar su agilidad para proponer mejoras.
  • Reconocimiento constante: retroalimentación frecuente y positiva.

La retroalimentación como motor

La especialista Alejandra Martínez, Responsable de Estudios de Mercado Laboral de Computrabajo, explica que la falta de experiencias presenciales en su etapa formativa —acentuada por la pandemia— limitó el desarrollo de competencias interpersonales.

“Es fundamental que la retroalimentación sea positiva, clara y con empatía. Debemos enfocarnos en comportamientos específicos y no en características personales, para lograr apertura y mejores resultados”, subrayó.

Calidad de vida por encima de todo

Más allá de sus áreas de oportunidad, la Generación Z está marcando una tendencia: priorizar el bienestar y la salud mental sobre la estabilidad laboral tradicional. Esta postura está empujando a las empresas a transformar sus culturas hacia entornos más flexibles, sostenibles y centrados en la calidad de vida.