
El Tesoro de EE. UU. acusa a Intercam, CIBanco y Vector de lavar dinero para cárteles; Hacienda calla pese a tener el informe.
El gobierno de Estados Unidos encendió las alertas internacionales. El 25 de junio, la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro señaló a Intercam Banco, CIBanco y Vector Casa de Bolsa como instituciones implicadas en lavado de dinero vinculado al tráfico ilícito de fentanilo.
Las acusaciones incluyen transacciones específicas, relaciones con cárteles y vínculos operativos con empresas chinas que envían precursores químicos a México. Según el informe, Intercam procesó más de 1.5 millones de dólares entre 2021 y 2024 en operaciones ligadas a este circuito ilícito. Incluso, se documentan reuniones entre ejecutivos del banco y miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En el caso de CIBanco, la evidencia señala transferencias por más de 2.1 millones de dólares hacia Asia, y la creación de una cuenta para el Cártel del Golfo por parte de un empleado. Vector, por su parte, habría manejado pagos por químicos y fondos para los cárteles de Sinaloa y del Golfo, aunque los extractos públicos del informe ofrecen menos detalle.
A pesar de la gravedad del señalamiento, la Secretaría de Hacienda mexicana no ha emitido postura oficial. La situación es especialmente sensible porque su actual titular, Édgar Amador Zamora, trabajó previamente en Vector, una de las firmas implicadas.
El economista Mario Di Costanzo, exfuncionario y analista financiero, cuestionó la inacción del gobierno mexicano en un tuit matutino: “¿Qué más información requieren?”, escribió al compartir extractos del informe estadounidense.
Mientras tanto, medios como The Washington Post y Al Jazeera reportan que México ha solicitado más detalles, pero afirman no haber recibido pruebas concretas. La realidad, sin embargo, es que las imágenes del informe publicadas ya revelan transacciones, montos y nombres específicos.
Mientras que en Estados Unidos, las sanciones ya están en curso y las tres entidades verán restringido su acceso al sistema financiero norteamericano, en México, el silencio institucional y los posibles conflictos de interés aumentan las dudas sobre la voluntad de actuar.