
Un nuevo estudio revela los impactos físicos, emocionales, sociales y económicos de la dermatitis atópica en México, que afecta a más del 10% de la población.
La dermatitis atópica (DA) no es sólo una enfermedad de la piel. Es una condición crónica que arrastra consecuencias físicas, emocionales, sociales y económicas en quienes la padecen y en sus cuidadores. Así lo muestra el estudio “Dermatitis atópica: Más allá de la piel. Impactos a la calidad de vida en México”, presentado por Fundación IDEA, Fundación IMSS y la Fundación Mexicana para la Dermatología.
La investigación, inédita en el país, revela que más del 10% de la población mexicana vive con DA, una enfermedad que suele iniciarse en la infancia y, en muchos casos, persiste hasta la adultez. Los síntomas —resequedad, enrojecimiento, comezón intensa y lesiones cutáneas— van más allá del malestar físico: alteran la vida diaria de las personas.
“Se trata de una enfermedad cuyos síntomas pueden ser muy dolorosos e incómodos. Aunque no tiene cura, hoy sabemos que el abordaje debe ser multidisciplinario”, afirmó la dermatóloga pediátrica Mirna Toledo, una de las especialistas participantes.
El estudio —realizado en 2023 con más de 650 personas— documenta cómo la DA afecta a pacientes y cuidadores en cuatro grandes áreas:
Impacto físico
El 72% de las personas con DA reportan otras enfermedades asociadas, como alergias, padecimientos psicológicos o metabólicos. También destacan alteraciones del sueño, restricciones en la vestimenta y disminución de la actividad física. Todo ello apunta a la necesidad de tratamientos integrales.
Impacto psicológico
El 85% de los pacientes experimentan ansiedad o depresión. Y no están solos: el 78% de los cuidadores también reportan angustia emocional. La carga es particularmente alta al atender a niñas, niños y bebés con brotes severos. Se subraya así la urgencia de brindar apoyo psicológico tanto a pacientes como a sus familias.
Impacto social
El aislamiento y la reducción en la interacción social afectan al 78% de los pacientes. Las relaciones familiares, de pareja y de amistad se ven alteradas. A esto se suma que el 64% de las personas cuidadoras experimentan consecuencias similares, con efectos en la dinámica del hogar.
Impacto financiero
Tratar la DA puede absorber entre 10% y 40% del ingreso mensual de una familia. Además, el 43% de los pacientes y el 39% de los cuidadores reportan limitaciones para trabajar o estudiar. El estudio resalta la necesidad de apoyos en salud, educación y empleo, con políticas que ofrezcan esquemas laborales y académicos flexibles.
“En México no existía información de referencia para mejorar el manejo de la DA. Por eso unimos esfuerzos”, explicó Jessica Beitman, de Fundación IDEA. Añadió que los hallazgos del estudio buscan influir en el diseño de estrategias que eleven la calidad de vida de quienes viven con la enfermedad.
Entre las recomendaciones del estudio destacan:
- Fortalecer la atención médica multidisciplinaria
- Promover campañas de educación y conciencia sobre la DA
- Ofrecer apoyo financiero y programas públicos específicos
- Impulsar la investigación y políticas inclusivas en el entorno laboral y educativo
“Hacemos un llamado a todos los sectores a sumarse y construir soluciones reales para millones de personas en México con DA”, concluyó Beitman.