
Músicos, artesanas y curanderas de Veracruz llegan al Cervantino para compartir sus expresiones vivas en la Casa Veracruz, del 10 al 26 de octubre.
Cultura viva como carta de presentación
En esta edición del Festival Internacional Cervantino (FIC), el estado de Veracruz se asume como invitado de honor con un enfoque profundo en sus saberes tradicionales: no sólo música y danza, sino también artesanía, cocina, medicina ancestral y café de altura. La recién inaugurada Casa Veracruz, ubicada en el Jardín San Pedro, será un espacio de encuentro donde confluirán talleres, presentaciones, ceremonias y muestras que evocan la riqueza cultural veracruzana.
Como lo señaló Valeria Palomino, directora general de Circuitos y Festivales, este recinto es “un claro ejemplo de la vitalidad artística de nuestro país, un punto de encuentro donde convergen las tradiciones, la memoria y las expresiones más contemporáneas”. Y en efecto, la Casa Veracruz no sólo exhibe lo ya sabido —lo ancestral—, sino que dialoga con la creación joven, con la innovación que surge desde el folclor.
Fandango monumental e identidad colectiva
La apertura oficial del FIC será con un Fandango Monumental en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas, el 10 de octubre a las 20:00 horas, bajo el lema Fiesta de son y raíz. Participarán más de 200 artistas que integran músicos, zapateadores, decimeros, ensambles instrumentales y grupos folclóricos de distintas regiones de Veracruz (Amatlán, Cosoleacaque, Huasteca, entre otros).
Al día siguiente, la fiesta continúa con el desfile YOLPAKI: diez regiones, muchas voces, un solo corazón de Veracruz, en el que más de 650 artistas recorrerán las calles de Guanajuato portando danzas, rituales y vestimentas originarias.
Este tipo de propuestas —fusionando expresiones de distintos pueblos— busca revalorizar la interculturalidad interna de Veracruz, mostrando no una identidad monolítica, sino un mosaico poblado por indígenas, afrodescendientes y comunidades mestizas.
Saberes y sabores en la Casa Veracruz
Dentro del espacio de la Casa Veracruz habrá una programación paralela que abarcará:
- Talleres vivenciales de medicina tradicional, herbolaria, rituales comunitarios.
- Gastronomía veracruzana, con platillos emblemáticos, así como degustaciones de café regional (incluyendo el emblemático café La Parroquia, fundado en 1808).
- Artesanías y textiles tradicionales, con la presencia de tejedoras, bordadoras y artistas gráficos.
- Conversatorios y ceremonias que rescaten cosmovisiones indígenas y afroveracruzanas.
- Conciertos íntimos y sones veracruzanos, en diálogo con propuestas contemporáneas.
La secretaria de Cultura de Veracruz, María Xóchitl Molina González, enfatizó que este recinto no es solo un stand cultural, sino “un pedazo vivo de nuestro estado, traído hasta Guanajuato”, un lugar donde “se reconoce la potencia de las expresiones populares… pero también se propone un diálogo con lo que están haciendo las y los creadores jóvenes de Veracruz”.
Contexto del Cervantino 2025: pluralidad y conexiones
El FIC 2025 se realizará del 10 al 26 de octubre, con 140 funciones y la participación de más de 3,400 artistas provenientes de 31 países y diversos estados mexicanos.
Los invitados de honor son Reino Unido y Veracruz, una apuesta que combina lo internacional con lo profundamente mexicano.
Entre los artistas más esperados figuran Julieta Venegas, quien interpretará un concierto junto con la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato; Nathy Peluso, con su fusión de géneros; y Damon Albarn, como cierre del festival con su proyecto Africa Express.
Según estimaciones, el festival atraerá a cerca de 227,000 asistentes y dejará una derrama económica de alrededor de 308 millones de pesos.
Retos y resonancias del proyecto cultural
Iniciativas como la Casa Veracruz implican una tensión creativa: por un lado, el riesgo de presentar las tradiciones como objetos estáticos o “folclóricos” para consumo; por otro, la posibilidad de activar territorios culturales vivientes, incluidos los portadores del conocimiento que hasta ahora han operado en ámbitos locales.
La apuesta del FIC y de las autoridades culturales es justamente visibilizar esos saberes, entrelazarlos con la creación contemporánea, y otorgarles dignidad en escenarios nacionales e internacionales. Como lo dijo la directora Palomino, la Casa es “reflejo de una concepción plural, dinámica y profundamente social de la cultura”.
Si logra realmente ser un espacio de diálogo —y no exhibición unidireccional—, Veracruz podría proyectarse no sólo como paisaje cultural, sino como sujeto cultural activo, capaz de repensarse desde el interior. Y, para el público que visite el FIC, será una oportunidad única de encontrarse con voces poco escuchadas, con sabores que van más allá de lo gastronómico, con historias que laten bajo la piel de una entidad acostumbrada a ser representada en estereotipos.