Pemex recorta personal de confianza: medida limitada frente a pérdidas estructurales

Por Carlos Lozano Checa

Ciudad de México, 7 de junio de 2025 – Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció el despido de aproximadamente 360 empleados de confianza, lo que representa un recorte del 1.4% de este tipo de plazas y apenas el 0.28% del total de su plantilla laboral, como parte de un ajuste presupuestario ligado a su reciente reestructuración corporativa. Aunque esta medida se presentó como un esfuerzo de eficiencia y disciplina financiera, su impacto real resulta modesto frente al tamaño del déficit operativo y financiero que enfrenta la empresa.

Durante el primer trimestre de 2025, Pemex reportó pérdidas netas por 43,329 millones de pesos, mientras que sus ventas retrocedieron un 2.5% interanual, situándose en 395,590 millones de pesos, según su reporte financiero. Frente a este contexto, los ahorros esperados por el recorte —estimados en 3,532 millones de pesos en 2025 y 1,266 millones en 2026— resultan marginales, especialmente si se comparan con el pasivo total y el servicio de la deuda que enfrenta la petrolera.

Reestructuración de fondo, pero sin alivio inmediato

El recorte laboral forma parte de la reestructuración corporativa derivada de la reforma constitucional en materia de industrias estratégicas, promulgada en marzo de 2025. Esta reforma eliminó el carácter de “empresa productiva del Estado” que Pemex ostentaba desde la reforma energética de 2013–2014 y le devolvió su figura de empresa pública de integración vertical, lo que implica una reintegración operativa de toda la cadena de valor petrolera bajo control centralizado.

Este cambio busca consolidar funciones, reducir duplicidades y asignar recursos hacia actividades sustantivas. Sin embargo, de acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) publicado en abril de 2025, “la reconfiguración estructural de Pemex no garantiza por sí sola una mejora en su rentabilidad, mientras no se atienda el rezago en inversión en exploración, la ineficiencia en refinación y la creciente carga fiscal”.

Además, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha advertido desde 2023 que el retorno a un modelo centralizado y vertical incrementa los riesgos operativos y limita la adopción de prácticas modernas de gobernanza empresarial. En un informe reciente, el IMCO señaló que Pemex continúa operando con costos unitarios superiores al promedio internacional y enfrenta márgenes negativos particularmente en el sistema nacional de refinación, cuyo nivel de utilización apenas supera el 55%.

La presión fiscal y la dependencia del apoyo federal

En los últimos años, la viabilidad financiera de Pemex ha dependido en gran medida de apoyos presupuestarios por parte del gobierno federal. En 2024, la Secretaría de Hacienda transfirió más de 145,000 millones de pesos en apoyos directos y reducciones fiscales para garantizar liquidez y cubrir amortizaciones de deuda. Esta dependencia se mantiene en 2025, con previsiones de refinanciamiento a través de colocaciones respaldadas por el Estado.

¿Qué se podría hacer con 145 mil millones de pesos?

Con esa cantidad se podrían financiar, por ejemplo:

  • 70 hospitales generales de 120 camas completamente equipados,
  • 50 hospitales de alta especialidad, con áreas de oncología, cardiología, hemodiálisis, etc.,
  • 90 hospitales básicos comunitarios, en zonas rurales con cobertura regional.

En una comparecencia ante la Cámara de Diputados el 9 de mayo de 2025, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, reconoció que “la sostenibilidad financiera de Pemex requiere de medidas complementarias que incluyan esquemas de coinversión, mejora en la eficiencia operativa y redefinición del marco fiscal”. Asimismo, admitió que las medidas de austeridad son “necesarias, pero insuficientes”.

¿Eficiencia administrativa o señal política?

Aunque el recorte de personal de confianza se alinea con una narrativa de austeridad, representa solo una fracción del gasto total en servicios personales. Según datos del Presupuesto de Egresos de la Federación, el ahorro proyectado representa 9.41% del gasto autorizado para plazas permanentes de confianza en 2025, una cifra que no modifica sustancialmente la estructura de costos de la empresa.

Por otra parte, la medida se inscribe en un contexto político marcado por el fin del sexenio y la transición gubernamental prevista para diciembre de 2024. Desde esta óptica, el ajuste podría interpretarse más como una señal de control interno y eficiencia simbólica, que como una solución sustantiva a los desafíos financieros.

El recorte de personal anunciado por Pemex evidencia un esfuerzo por responder a las exigencias de disciplina fiscal en un entorno de alta presión financiera. Sin embargo, su alcance es limitado frente a los problemas estructurales que aquejan a la empresa: endeudamiento crónico, baja rentabilidad en refinación, pasivos laborales crecientes y limitada inversión en exploración y producción.

Las cifras muestran que Pemex requiere un rediseño financiero más profundo, acompañado de un esquema fiscal sostenible, alianzas estratégicas para inversión en upstream y una revisión realista de sus metas operativas. Mientras eso no ocurra, medidas como este recorte seguirán teniendo más valor simbólico que impacto efectivo.


Fuentes consultadas:

  • Pemex, Informe Anual 2024 y Resultados Financieros 1T 2025
  • Diario Oficial de la Federación, Estatuto Orgánico de Pemex, 30 de mayo 2025
  • CIEP, “Perspectivas financieras de Pemex frente a su reintegración institucional”, abril 2025
  • IMCO, “Diagnóstico de eficiencia operativa en empresas del Estado”, marzo 2025
  • Secretaría de Hacienda y Crédito Público, comparecencia del subsecretario Gabriel Yorio ante la Cámara de Diputados, 9 de mayo 2025
  • Presupuesto de Egresos de la Federación 2025, Ramo 39 Pemex