La salud oral también cambia con la menopausia

La menopausia no solo implica bochornos y cambios hormonales: también afecta encías, saliva y huesos maxilares. Solo 7.7% de mexicanas tiene buena salud oral.

La menopausia suele presentarse entre los 45 y 55 años de edad y afecta actualmente a más de seis millones de mujeres en México, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud. Aunque es conocida por síntomas como bochornos, insomnio y ansiedad, esta etapa también tiene un fuerte impacto en la salud oral, una dimensión poco atendida pero crucial para el bienestar general.

“Cada mujer vive la menopausia de forma distinta, pero cada vez más mexicanas buscan alternativas naturales para sobrellevar los síntomas sin recurrir a hormonas”, explica la nutrióloga Priscilla Soler, egresada del Pacific Rim College de Canadá. Su recomendación es clara: adoptar una dieta equilibrada con suplementos a base de ingredientes como pasiflora, jengibre, glicinato de magnesio y cohosh negro.

Pero hay un aspecto que suele quedar en segundo plano: la salud bucal. De acuerdo con la odontóloga Estefanía Limón de la Cruz, egresada de la UNAM, los cambios hormonales propios de esta etapa también afectan encías, saliva y huesos maxilares. “Es clave mantener una adecuada higiene y acudir al dentista desde antes de la llegada de la menopausia”, apunta.

La situación no es menor: según la Gaceta de la Facultad de Medicina de la UNAM, apenas el 7.7% de las mexicanas tiene una salud bucal adecuada, y más del 20% presenta caries o enfermedad periodontal sin recibir tratamiento.

Tres efectos orales comunes en la menopausia

La baja en estrógenos provoca alteraciones concretas en la boca que, si no se atienden, pueden derivar en consecuencias severas:

  1. Sequedad bucal (xerostomía): La disminución de saliva no solo causa incomodidad, sino que aumenta el riesgo de caries.
  2. Enfermedades periodontales: Las encías se vuelven más susceptibles a gingivitis y periodontitis, condiciones que pueden llevar a la pérdida de piezas dentales si no se tratan.
  3. Pérdida ósea maxilar: Al igual que en otras partes del cuerpo, el hueso que sostiene los dientes también pierde densidad, afectando su estabilidad.

Según la Organización Mundial de la Salud, más del 45% de la población mundial padece algún tipo de enfermedad bucodental, una cifra que incluye a muchas mujeres en etapa menopáusica.

Por ello, Limón de la Cruz subraya la importancia de visitar al dentista cada tres meses, fortalecer los hábitos de higiene y optar por una prevención activa. Complementar estos cuidados con una buena alimentación, rica en vitamina D y guiada por profesionales, puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida.