Desde las bulliciosas oficinas hasta la comodidad del hogar, la sexta película del director mexicano Jesús Magaña, “Recursos Humanos”, está lista para cautivar al público en Prime Video desde el 22 de marzo. Este proyecto mexicano-argentino, producido por Prisma Cine y Sobrevivientes Films, promete una dosis de humor negro que llevará a los espectadores a replantearse la dinámica en sus propios lugares de trabajo.
“Recursos Humanos” narra la historia de Gabriel Lynch, un sombrío supervisor en la división de impresiones, cuyas aspiraciones de ascender a gerente se desvanecen abruptamente. La inesperada promoción de Constantino, un joven sin méritos más allá de su linaje corporativo, desencadena en Gabriel un deseo de venganza que transformará radicalmente el ambiente laboral, afectando a todos en la empresa.
Tras su paso por el 21° Festival Internacional de Cine de Morelia y su éxito en cines, la película busca expandir su impacto a través de Prime Video. Con actuaciones estelares de Pedro de Tavira, Daniel Tovar, y Giuseppe Gamba, así como de las talentosas actrices argentinas Cecilia Ponce y Juana Viale, “Recursos Humanos” se perfila como una crítica mordaz a la burocracia y la cultura corporativa.
Rodada íntegramente en blanco y negro en Ciudad Córdoba, Argentina, la película evoca la monotonía y la frustración del mundo laboral, sumergiendo a la audiencia en un caos que trasciende las rutinas de oficina para explorar la lucha por el poder y la supervivencia en un entorno implacable.
Con esta nueva obra, basada en la novela homónima de Antonio Ortuño, Jesús Magaña continúa su exploración de temas sociales críticos, ofreciendo al público una experiencia cinematográfica que invita a la reflexión desde la comodidad de sus hogares a través de Prime Video.
Divertida, dura e implacable sátira, Recursos humanos (Seix Barral), escrita en 2007 por Antonio Ortuño, retrata la ambición, los golpes bajos, los desquites, los privilegios de clase, el sexo y las disputas más mezquinas sirven para entender el chismoso mundo de las oficinas como todo un microcosmos de las pasiones humanas.
El texto fue finalista en el Premio Herralde de Novela y se ha traducido al italiano. Respecto al autor, la crítica ha comentado: «Antonio Ortuño es un escritor sumamente sólido. En todas las dimensiones del adjetivo. A pesar de la ironía constante —y en parte gracias a ella—, existe firmeza en esa voz, por momentos musical, que nunca flaquea […]», según The New York Times. Por otro lado, Le Monde afirmó: «El espíritu punk y rebelde no impide poseer una cultura sólida ni el dominio de la técnica literaria: Antonio Ortuño lo ha comprobado».”