La biometría en los aeropuertos es una solución eficaz para mejorar la eficiencia y la seguridad. Ayuda a prevenir la suplantación de identidad, acelerar los procesos aeroportuarios y brindar una mejor experiencia al usuario. Sin embargo, es fundamental equilibrar la recopilación de datos sensibles con la protección de la privacidad.
Su implementación mejora la eficacia de los controles de seguridad, pero también plantea desafíos de ciberseguridad y protección de la identidad digital. La inversión en tecnologías de la información, incluida la biometría, es una prioridad para la mayoría de los aeropuertos, y las aerolíneas están adoptando soluciones de auto-embarque sin contacto.
Para garantizar la protección de los datos y la interoperabilidad con documentos oficiales, se requieren soluciones de ciberseguridad e identidad digital. La transparencia en la gestión de la información es esencial, y se reconoce la propiedad de los datos biométricos por parte de los individuos.
Las leyes, como la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares en México, exigen la confidencialidad de los datos biométricos. El uso de la biometría en aeropuertos ofrece beneficios como la reducción de tiempos de espera, mayor eficiencia, control de riesgos, identificación precisa de usuarios, reducción de fraudes y ahorro de costos.
Se espera que el mercado global de autenticación e identificación biométrica alcance un valor significativo, casi 100 mil millones de dólares, debido a las ventajas que ofrece esta tecnología.