En un contexto global de reestructuración de cadenas de suministro, México se destaca como un destino preferente para las inversiones del nearshoring, fenómeno que implica trasladar procesos de producción y servicios cerca de los mercados consumidores. Este creciente interés ha puesto en foco las condiciones laborales del país como un factor esencial para atraer capitales.
Gracias a su ubicación estratégica y a una fuerza laboral altamente capacitada, México se posiciona como un destino óptimo para las empresas que buscan optimizar operaciones y reducir costos. No obstante, para aprovechar al máximo esta oportunidad, es crucial que el país garantice condiciones laborales atractivas y competitivas.
Juan Pérez Hernández, experto en economía laboral de la UNAM, comentó: “Las empresas que consideran el nearshoring valoran no sólo la proximidad geográfica, sino también la calidad de la mano de obra y las condiciones laborales. México debe asegurar que sus políticas laborales sean atractivas y estén alineadas con los estándares internacionales”.
Las estadísticas avalan esta perspectiva. Según el INEGI, México ha visto un aumento en los salarios reales y una mejora en las condiciones de trabajo en los últimos años. Sin embargo, persisten desafíos que deben ser abordados para reforzar la competitividad del país en el nearshoring.
Jesús Moscoso, CEO de ESSAD, una firma especializada en gestión del talento humano, subrayó la relevancia de la flexibilidad laboral y la capacitación continua. “Para atraer inversiones del nearshoring, México debe ofrecer un entorno laboral flexible que permita adaptarse rápidamente a las demandas del mercado. Además, es fundamental invertir en programas de capacitación para mejorar la calidad y la productividad de la fuerza laboral”, explicó.
El gobierno mexicano ha reconocido la importancia de mejorar las condiciones laborales para atraer inversiones del nearshoring. “Recientemente, se han implementado reformas legislativas orientadas a fortalecer la protección de los derechos laborales y promover la igualdad de género en el ámbito laboral. Sin embargo, se requiere un esfuerzo continuo para garantizar que estas medidas se traduzcan en mejoras tangibles para los trabajadores y las empresas”, afirmó Fernando Rojas, socio CEO de ESSAD.
Rojas también advirtió sobre una desaceleración en las expectativas de contratación para este año. “Se estima que en 2024 se generen 600 mil empleos, una cifra menor a los 651 mil generados en 2023. Según datos del INEGI, hay una pérdida de 22,500 empleos en Chihuahua entre julio y noviembre, de 2,600 en Baja California, de 4,400 en Coahuila y de 4,600 en Tamaulipas, todos estados limítrofes con Estados Unidos”, detalló.
Con estos desafíos en mente, México tiene la oportunidad de consolidarse como un actor clave en el nearshoring, siempre y cuando continúe mejorando sus condiciones laborales y capacitaciones para ofrecer un entorno competitivo a nivel internacional.