
El doctor Óscar Juárez usa impresión 3D para crear prótesis que devuelven movimiento y autoestima a niñas y niños en el norte de México, desde Cd. Juárez.
De mascarillas a huesos de plástico
Del pandemónium al quirófano digital

n 2019, Óscar Juárez —cirujano ortopedista y fan confeso de la tecnología— instaló una impresora 3D en su consultorio para fabricar mascarillas. Muy pronto entendió que podía ir más lejos: “Me pregunté si sería posible imprimir huesos, guías o manos completas”, recuerda. Hoy, cada operación inicia en un software de CAD y se materializa en sus impresoras Bambu Lab antes de que el bisturí toque piel.
Anatomía tangible para decidir mejor
Cuando un paciente llega, el médico muestra un modelo impreso de su propia articulación. Esa pieza —realista al tacto— convierte la planeación quirúrgica en una conversación comprensible. Además, actúa como guía intraoperatoria, lo que reduce tiempos y errores.
Magia “hielo” para Katalina
La pequeña Katalina, de cinco años, nació sin mano izquierda. Al saber que su película favorita era Frozen, el doctor diseñó una prótesis azul glaciar con copos de nieve. La envolvió como regalo y proyectó en pantalla: “Katalina, tu magia está lista”. Ella sostuvo una pelota por vez primera; su madre rompió en llanto. Ese instante redefinió el propósito de la clínica.
Tadeo y el poder de Spider-Man
Tadeo, de cuatro años, carece de ambas manos. Juárez imprimió dos piezas mecánicas —una roja, otra azul— inspiradas en su superhéroe favorito. El día de la entrega sonó la banda sonora de la película y el niño alzó un cubo de juguete entre aplausos. “Esa escena valió cada noche frente a la impresora”, afirma el especialista.
La ingeniería detrás de la sonrisa
Equipo | Propósito | Detalles clave |
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X1 Carbon | Piezas grandes: tibias, fémures, vértebras | Velocidad máx. 500 mm/s y aceleración 20 m/s² us.store.bambulab.com |
A1 Mini | Ajustes finos, accesorios pediátricos | Cambio rápido de filamento multicolor |
Las prótesis se imprimen en PLA o PETG reforzado, según la carga mecánica prevista. Cada mano infantil ronda los 800 MXN en filamento y seis horas de máquina; un dispositivo estético tradicional puede costar 40 000 MXN o más. El ahorro supera el 98 % en casos documentados 3D Universe.
El diseño base proviene a menudo de la comunidad e-NABLE, red global que dona archivos y guía a voluntarios en más de 100 países enablingthefuture.org. Juárez personaliza cada modelo para el tamaño, la fuerza y el gusto del paciente.
Realidad mixta: la cuarta mano del cirujano
Para cirugías de columna, el ortopedista imprime vértebras idénticas a las del paciente y, con gafas HoloLens, proyecta un holograma que indica dónde fijar tornillos. “Aumenta la precisión y disminuye el riesgo neurológico”, explica. Estas guías híbridas reducen hasta 30 minutos de tiempo quirúrgico en procedimientos complejos.
Brecha global, impacto local
La OMS calcula que 30 millones de personas necesitan prótesis u órtesis, pero sólo una de cada diez tiene acceso Shirley Ryan AbilityLabOrganización Mundial de la Salud. En México, las malformaciones osteomusculares afectan a 27,4 recién nacidos por cada 10 000 alumbramientos scielo.org.mx. Desde Ciudad Juárez, la clínica demuestra que la alta tecnología puede ser asequible y replicable: basta una impresora, filamento y el deseo de innovar.
“Mi sueño —dice Juárez— es que cada niña o niño tenga una solución única, pensada sólo para él o ella. La impresión 3D ya lo permite”.
Lo que viene
- Andamios celulares impresos para regenerar hueso.
- Algoritmos de IA que calculan la geometría idónea según cada escáner.
- Resinas biocompatibles que evitarán el recambio frecuente de prótesis.
“No pienso esperar a que el futuro llegue —remata el doctor—: estoy ocupadísimo imprimiéndolo”.