
Tras el caso “Obragol”, Typ Media, dirigida por Heidi Rangel, lanza guía para que los usuarios eviten difundir desinformación en redes sociales.
A raíz del reciente caso de desinformación viral conocido como “Obragol” —un video manipulado que simulaba una acción del presidente Andrés Manuel López Obrador— la agencia Typ Media, liderada por la comunicadora Heidi Rangel Piñón, presentó una iniciativa para reforzar la alfabetización mediática entre usuarios de redes sociales.
El montaje digital, que rápidamente circuló en diversas plataformas, evidenció cómo narrativas falsas pueden propagarse con facilidad, apelando a emociones, creencias e incluso al humor. Para Heidi Rangel, fundadora y directora de la agencia, este fenómeno demuestra “el desafío significativo” que representa la desinformación para la sociedad digital.
“En Typ Media creemos firmemente en la responsabilidad de la comunicación. Por eso lanzamos esta guía práctica, para dotar a los usuarios de herramientas sencillas que les permitan navegar con mayor seguridad por el entorno informativo”, explica Rangel.
El fenómeno no es nuevo, pero sí creciente. De acuerdo con el Instituto Reuters, los mexicanos desconfían cada vez más de las noticias tradicionales y optan por informarse mediante redes como TikTok, donde la veracidad suele quedar en segundo plano.
Frente a este contexto, Typ Media sugiere a los usuarios seguir cinco pasos básicos antes de compartir cualquier contenido:
- Priorizar la fuente: verificar si la información proviene de un medio confiable o una cuenta oficial, y leer más allá del titular.
- Contextualizar: revisar la fecha y el origen de la publicación, pues muchas veces se reciclan noticias viejas como si fueran actuales.
- Contrastar: buscar la misma información en al menos dos medios reconocidos.
- Ejercer el escepticismo: desconfiar de titulares sensacionalistas o imágenes sospechosamente impactantes.
- Reflexionar antes de compartir: evitar actuar por impulso; detenerse a pensar si lo que se está por difundir es verdadero.
Para Rangel, en tiempos de inmediatez y saturación visual, el pensamiento crítico y la responsabilidad digital son más urgentes que nunca. “La realidad puede fabricarse digitalmente y viralizarse en segundos. La verificación y la investigación son nuestras mejores defensas”, concluye.