Leyes energéticas que alarman

Carlos Lozano Checa

Imagínate en tu cocina, prendiendo la estufa, y de pronto te das cuenta de que el gobierno está cambiando las reglas del gas y la luz, pero con un costo que te pega directo en el bolsillo. Eso pasa con la Iniciativa para el Sector de Hidrocarburos, un plan que Claudia Sheinbaum, la presidenta, presentó el 29 de enero de 2025. Prometen más energía, pero las cuentas no salen, y aquí te explico por qué deberías preocuparte.

El 5 de febrero, Claudia Sheinbaum llevó su idea al Senado, y para el 26 ya la discutían con prisa. Quieren aprobarla en dos meses, casi sin tocarla. Dicen que Pemex será más fuerte, pero esta empresa, que ya arrastra deudas enormes, pierde cada día cerca de 1,700 millones de pesos, según expertos. Eso son 70 millones por hora, o sea, un agujero que todos los mexicanos pagamos con nuestros impuestos. Mientras tú ahorras para la despensa, Pemex quema dinero sin parar.

Van a crear la Comisión Nacional de Energía (CNE), juntando a la CNH y la CRE. Suena a orden, como guardar tus sartenes en un solo lugar, pero esta CNE tendrá tanto poder que podría decidirlo todo sin rendir cuentas. Si se equivoca o favorece a Pemex, ¿quién la para? Y hablando de Pemex, le quitarán competencia con empresas privadas, dejándola como rey del juego. Pero si no mejora, seguiremos cargando con sus pérdidas diarias, que nos cuestan a cada mexicano un pedacito de nuestro esfuerzo.

Prometen combustibles más limpios con biocombustibles, pero las gasolineras están intranquilas. Las nuevas reglas son confusas. Si una gasolinera no cumple, la CNE puede quitarle el permiso por cosas tan serias como “seguridad nacional”. Suena a excusa para apretar a quien no siga la línea, y eso podría cerrar negocios pequeños mientras Pemex sigue perdiendo 1,700 millones diarios.

En los próximos seis meses, tras la ley, definirán cómo pedir permisos o reportar el uso de combustible. Si no lo aclaran, muchas gasolineras podrían quebrar, y adivina quién se queda con todo: Pemex. Para ti, eso puede ser menos opciones para comprar gas y precios más altos, mientras el gobierno sigue echándole nuestro dinero a una empresa que nos sangra cada día.

¿Qué pasa en casa? Por ahora, sigues usando la estufa igual, pero pronto podrías notar el golpe en el precio de todo. Los empresarios gasolineros deben estar muy atentos, porque estas leyes parecen beneficiar a los grandes depredadores del presupuesto, no a los gobernados. Con Pemex perdiendo tanto, ¿de dónde saldrá el dinero? De nuestros bolsillos. Esto no es soberanía energética, es un peso más que cargamos mientras las promesas se deshacen como tortilla vieja.