En un contexto donde la obesidad afecta al 75% de los adultos en México, los productos “milagro” para bajar de peso han encontrado un mercado ávido de soluciones rápidas. Sin embargo, detrás de estas promesas de resultados sin esfuerzo, se ocultan graves riesgos para la salud de los consumidores.
Estos productos, que suelen comercializarse como suplementos naturales o quemadores de grasa, a menudo contienen ingredientes no seguros o dosis inadecuadas de sustancias peligrosas. Entre ellos, destaca la sibutramina, un compuesto prohibido en México por su relación con problemas cardiovasculares como infartos y derrames cerebrales. Pese a su prohibición, sigue presente en productos no regulados.
Mirna Hernández, abogada especialista en regulación sanitaria, advierte que “el uso de productos no aprobados con ingredientes no declarados es un grave riesgo para la salud”. La falta de supervisión médica y la publicidad engañosa que acompaña a estos productos suelen ser factores decisivos en el perjuicio a los consumidores.
Un caso reciente es el de Ozempic, un medicamento creado para tratar la diabetes tipo 2 que ha ganado popularidad por su capacidad para reducir el apetito. No obstante, su uso sin supervisión médica en personas sin diabetes puede tener efectos secundarios graves, destacando la necesidad de una mayor conciencia sobre el uso adecuado de fármacos y productos.
Ante esta situación, los expertos recomiendan verificar siempre el registro sanitario de los productos antes de consumirlos y evitar cualquier tratamiento no respaldado por profesionales de la salud.