En México, el tiempo dedicado a la enseñanza en preescolar es de 2.7 horas al día durante 190 días al año, el más bajo entre los países de la OCDE según el Panorama de la Educación 2024. En contraste, Alemania ofrece casi 8 horas diarias a lo largo de 255 días al año, mientras que Chile dedica casi 6 horas diarias durante 180 días y Colombia 5 horas al día por 188 días. Esta variación en el tiempo de enseñanza limita las oportunidades de aprendizaje de los niños mexicanos, especialmente de aquellos sin acceso a actividades educativas fuera de la escuela.
A pocos días de que Claudia Sheinbaum asuma la presidencia, el reciente informe Panorama de la Educación 2024 de la OCDE destaca retos clave para la educación en México, subrayando la urgencia de redirigir recursos financieros para mejorar la equidad y calidad del sistema educativo, especialmente en niveles fundamentales como el preescolar.
Según Mexicanos Primero, la inversión en educación como porcentaje del PIB ha disminuido de 4.6% en 2018 a 4.2% en 2021, lo que podría agravar las desigualdades educativas en comunidades con mayor rezago social. El financiamiento público por estudiante en niveles preescolar, primaria y secundaria es considerablemente menor que en países como Argentina, Brasil y Chile, afectando no sólo los aprendizajes sino también las condiciones de las escuelas, particularmente en áreas pobres.
El informe revela que México dedica menos tiempo a la enseñanza en preescolar que otros países de la OCDE, con solo 2.7 horas diarias. En contraste, Alemania ofrece casi 8 horas y Chile casi 6 horas diarias. Esta brecha en el tiempo de enseñanza limita las oportunidades de aprendizaje, afectando más a quienes carecen de acceso a actividades educativas fuera de la escuela.
Además, destaca la necesidad de ajustar las políticas de becas para asegurar que beneficien efectivamente a los estudiantes en contextos de alta marginación, y aboga por reducir la cantidad de estudiantes por docente, especialmente en secundaria, donde México supera el promedio de la OCDE.
La organización subraya que la mejora educativa debe ir de la mano con políticas que aborden problemas estructurales como la pobreza extrema y la falta de acceso a servicios básicos. En estados como Chiapas, solo el 55% de los jóvenes están inscritos en la escuela, frente a un promedio nacional del 68%, reflejando profundas desigualdades regionales.
Finalmente, Mexicanos Primero insiste en que para lograr una mayor justicia educativa, es esencial fortalecer los apoyos dirigidos a los aprendizajes fundamentales, mejorar la infraestructura escolar y aplicar evaluaciones robustas. Estas acciones son cruciales para garantizar el derecho de los estudiantes a aprender en condiciones dignas y equitativas.