En una entrevista reciente, Nhon Ma, CEO de la empresa californiana Numerade, abordó las razones detrás del bajo rendimiento en matemáticas de los estudiantes norteamericanos en los últimos 40 años, el papel de la tecnología educativa y cómo una aproximación híbrida puede ser la clave para transformar el aprendizaje en la era digital.
Desafíos históricos y nuevos obstáculos
Según Ma, el desempeño en matemáticas y lectura en Estados Unidos no ha mostrado mejoras significativas desde los años 70, con un leve declive entre 2020 y 2022. Aunque las restricciones derivadas de la pandemia de COVID-19 han quedado atrás, sus efectos persisten, especialmente en el alto nivel de desinterés estudiantil y el ausentismo crónico.
A nivel global, Estados Unidos ocupa el puesto 20 en el examen PISA, pero Ma señaló que esta posición refleja una situación más compleja. Factores como la diversidad cultural y el sistema educativo descentralizado del país influyen considerablemente. “Los educadores estadounidenses deben adaptarse a estudiantes de una amplia gama de antecedentes culturales y socioeconómicos”, destacó.
- En la más reciente edición de la prueba PISA (2022), Estados Unidos se ubicó en el puesto 20 a nivel global en el desempeño general, aunque específicamente en matemáticas, quedó en el lugar 31 de los países evaluados. Este rendimiento está por debajo del promedio de la OCDE, reflejando desafíos persistentes en esta área educativa.
La tecnología educativa: ¿solución o barrera?
Ma reconoció que la tecnología ha sido un gran igualador al permitir que los profesores superen las barreras de riqueza y cultura. Sin embargo, criticó las herramientas de inteligencia artificial (IA) actuales por abrumar a los estudiantes con información sin garantizar un aprendizaje profundo. “Los estudiantes no quieren que se les den las respuestas; necesitan herramientas que los ayuden a aprender, no solo a hacer trampa”, comentó, refiriéndose a los frecuentes escándalos de “cheating” asociados con la IA.
La clave está en la hibridación
Para Numerade, la solución radica en un enfoque híbrido que combine las fortalezas humanas y tecnológicas. Ma resaltó el impacto positivo de recursos como videos cortos y modelos de aprendizaje multimodal, que incorporan elementos visuales, interactivos y auditivos para adaptarse a diferentes estilos de aprendizaje.
“El futuro del aprendizaje será más accesible y personalizado cuando combinemos tecnología de punta con el toque humano que aporta contexto y empatía”, afirmó. Asimismo, instó a los educadores a adoptar metodologías que permitan a los estudiantes interactuar con los contenidos de manera multisensorial y aprovechar al máximo las herramientas tecnológicas disponibles.
La visión de Numerade y el camino a seguir
Con una inversión significativa en la creación de recursos educativos dinámicos, Numerade busca “encontrar a los estudiantes donde están” mediante herramientas que alineen su contenido con las formas en que los jóvenes aprenden mejor. Según Ma, los resultados ya son evidentes en historias de éxito estudiantil y tasas de retención líderes en la industria.
De cara al futuro, Ma abogó por políticas públicas que garanticen igualdad de acceso a herramientas educativas avanzadas y capacitación para docentes. Además, enfatizó la importancia de fomentar el pensamiento crítico y el interés por el conocimiento, especialmente en áreas STEM, para competir en un panorama global cada vez más exigente.
Con un enfoque híbrido que prioriza tanto la innovación como el papel insustituible de los educadores, el modelo de Numerade sugiere un camino prometedor para abordar los retos del aprendizaje en un mundo cada vez más tecnológico.
Y en México estamos peor
Los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) 2022 revelaron diferencias significativas en el rendimiento matemático entre México y Estados Unidos. Mientras que el promedio de los países de la OCDE en matemáticas fue de 472 puntos, México obtuvo 395 puntos, ubicándose en el lugar 51 de 73 países evaluados. En contraste, Estados Unidos alcanzó 465 puntos, situándose en la posición 31.
Además, el 34% de los estudiantes mexicanos alcanzó al menos el nivel 2 de competencia en matemáticas, comparado con el 69% promedio de la OCDE. En Estados Unidos, esta proporción fue superior, aunque aún por debajo del promedio de la OCDE.
Estas cifras reflejan una brecha significativa en el rendimiento matemático entre ambos países, destacando la necesidad de fortalecer las estrategias educativas en México para mejorar el aprendizaje en esta área crítica.