Comenzar una rutina de ejercicio puede parecer una tarea desafiante, especialmente si has pasado mucho tiempo sin actividad física. Sin embargo, según el Dr. Nathan LeBrasseur, director del Robert and Arlene Kogod Center on Aging en Mayo Clinic, nunca es tarde para ponerse en movimiento, incluso si eres un adulto mayor.
El punto clave para iniciar es hacerlo de forma gradual y elegir una actividad que disfrutes. “Si odias nadar, no intentes convertirte en nadador. Pero si disfrutas bailar o actividades como la jardinería, esas son formas de mantenerte activo que aumentan la constancia y ofrecen los mayores beneficios para la salud”, explica el Dr. LeBrasseur.
La actividad física puede fortalecer los músculos, mejorar la salud cardiovascular y favorecer el funcionamiento cognitivo. Dedicar apenas el 3% de las horas que estamos despiertos —equivalente a 30 minutos al día— puede tener un impacto significativo en nuestra salud.
Para los más jóvenes de espíritu, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan 150 minutos de ejercicio moderado a la semana. Además, a medida que envejecemos, incorporar actividades de resistencia aeróbica, como caminar, nadar o andar en bicicleta, junto con entrenamientos de fuerza, es esencial para mantenernos en forma.
Consejos para comenzar y mantener tu rutina de ejercicio:
- Investiga rutinas de ejercicios que se adapten a tu nivel.
- Programa tus entrenamientos en un horario fijo.
- Encuentra un compañero de ejercicio para motivarte.
- Sé constante y celebra pequeños logros.
Con compromiso y el enfoque correcto, puedes transformar el inicio del año en una oportunidad para cuidar tu salud y bienestar.