El reciente Paquete Económico 2025 presentado por el Ejecutivo federal ha generado un debate intenso sobre las prioridades en el sector educativo. Aunque se anunció un incremento en el presupuesto destinado a la educación, un análisis detallado revela que este aumento es mínimo y que la distribución de los recursos favorece principalmente a los programas de becas, en detrimento de la infraestructura y el equipamiento escolar.
Según datos de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), en México existen 6,000 escuelas sin baños, 56,109 sin acceso a agua potable, 43,558 sin lavamanos y 26,463 sin energía eléctrica. Estas cifras evidencian una carencia alarmante en las condiciones básicas necesarias para garantizar un ambiente propicio para el aprendizaje.
El análisis de Mexicanos Primero indica que la inversión en educación representa el 16.64% del gasto programable en 2025, ligeramente superior al 16.14% de 2024 y al 16.16% de 2023. Este incremento podría interpretarse como un cumplimiento de la promesa de la presidenta Claudia Sheinbaum de aumentar el presupuesto educativo. Sin embargo, la distribución interna de estos recursos plantea preocupaciones significativas.
En los presupuestos de 2024 y 2023, los principales programas en educación básica fueron las becas (anteriormente conocidas como Benito Juárez) y “La Escuela es Nuestra” (LEEN). Para 2025, mientras que el presupuesto para las becas “Rita Cetina” se incrementa más del doble, pasando de 37.89 mil millones de pesos en 2024 a 78.84 mil millones en 2025, el programa LEEN sufre una reducción casi a la mitad, de 29.35 mil millones de pesos en 2024 a 15.96 mil millones en 2025.
La disminución de recursos para LEEN afectará la infraestructura y equipamiento en las escuelas, así como también la promesa de crear escuelas con horario ampliado que hizo en su campaña política la hoy autonombrada “Presidenta de la Educación”. Entre las propuestas y acciones del gobierno actual se incluyen que “todos los estudiantes de preescolar, primaria y secundarias públicas cuenten con una beca universal, ampliar los alcances de La Escuela es Nuestra para tener un horario extendido, en el que los niños y niñas reciban educación física y artística; se brinden servicios de alimentación gratuita en las escuelas primarias; se cuente con programas de salud preventiva integran infantil” y “Mejorar la infraestructura y equipamiento de escuelas públicas, mediante el otorgamiento de recursos directos a padres y madres de familia”.
El Paquete Económico 2025 muestra un aumento general en los recursos asignados a la educación pública (Ramo 11) y a las aportaciones a entidades y municipios (Ramo 33). No obstante, se observan reducciones en las provisiones y aportaciones para educación básica, normal, tecnológica y de adultos en la Ciudad de México (Ramo 25), y en entidades no sectorizadas (Ramo 47). Particularmente preocupante es la reducción del 38.9% en el presupuesto de Mejoredu, lo que podría indicar su posible desaparición.
La organización Mexicanos Primero ha lanzado la campaña #ÉchaleunOjoalPresupuesto, instando a los legisladores a incrementar los recursos para la educación básica. Argumentan que, sin lo esencial en infraestructura y servicios, las escuelas no pueden cumplir con su función educativa, y que es imperativo resolver esta deuda pendiente con las instituciones educativas, los docentes y los estudiantes.
Así, aunque el gobierno ha mostrado una intención de fortalecer el sector educativo a través de incrementos presupuestarios, la distribución de estos recursos plantea dudas sobre la viabilidad de cumplir con las promesas de campaña y, más importante aún, sobre la capacidad de las escuelas para ofrecer un entorno adecuado para el aprendizaje. Es fundamental que las autoridades reconsideren las asignaciones presupuestarias para garantizar que todos los estudiantes mexicanos tengan acceso a una educación de calidad en instalaciones dignas.