La temporada alta de expectativas y obligaciones puede disparar los niveles de estrés en muchas personas, lo que afecta no solo la mente, sino también el cuerpo y el comportamiento. Identificar los síntomas es clave para prevenir problemas de salud como hipertensión, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, obesidad y diabetes.
La doctora Summer Allen, médica familiar en la Clínica Mayo, explica cómo el estrés impacta al cuerpo y ofrece consejos prácticos para gestionarlo. “El estrés puede activar la respuesta de ‘lucha o huida’ de tu cuerpo”, señala la experta. Este proceso libera hormonas como la adrenalina y el cortisol, que aceleran el ritmo cardíaco, aumentan la presión arterial y elevan la energía.
Consecuencias físicas y mentales del estrés
“Físicamente, esto puede derivar en dolores de cabeza, dificultades para dormir e incluso afectar la concentración”, añade la doctora Allen. Dado que cada persona experimenta el estrés de manera diferente, las estrategias para gestionarlo deben adaptarse a las necesidades individuales.
Entre las recomendaciones generales para reducir el estrés, la doctora Allen sugiere:
- Llevar un diario, meditar o leer un libro.
- Realizar actividad física, como yoga.
- Mantener una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y ejercitarse regularmente.
- Dedicar tiempo a hobbies y actividades placenteras, como escuchar música.
- Fortalecer relaciones de amistad y hablar con familiares o amigos.
- Participar en actividades de voluntariado.
- Organizar las tareas pendientes y eliminar aquellas que no sean prioritarias.
Pasos graduales para cambios sostenibles
La experta enfatiza que los cambios deben implementarse gradualmente para evitar sentirse abrumado: “Si intentamos cambiar todo al mismo tiempo, terminaremos generando más estrés”, afirma.
Finalmente, buscar apoyo profesional también es una opción efectiva. Un consejero puede enseñar herramientas específicas para enfrentar los desafíos del estrés.