En México, hay 27.4 millones de personas entre 18 y 70 años que tienen al menos un crédito formal. La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de 2021 informó que el 31.7% de las mujeres y el 33.8% de los hombres en este rango de edad tienen algún crédito formal. Para aprovechar mejor la tarjeta de crédito o un crédito personal, Gerardo Obregón, fundador y director general de Prestadero.com, explica que ambos tipos de crédito tienen diferencias notables. La mejor forma de utilizarlos es para adquirir artículos que no podríamos comprar cotidianamente o cuyo valor es considerablemente elevado y no pudiéramos pagar de contado. No es recomendable utilizar tus créditos para cosas cotidianas como pagar servicios o comprar alimentos.
En lo que se refiere a tarjetas de crédito, lo que te presta la institución se llama “línea de crédito” y es revolvente, o sea que si utilizas una cierta cantidad y luego la pagas, podrás tener disponible nuevamente el total de tu línea de crédito.
Una vez que llega la fecha de corte de tu tarjeta, la institución financiera te dará un plazo de 20 días para pagarlo. Las tarjetas de crédito suelen ofrecer beneficios adicionales, como sistemas de puntos, bonificaciones o meses sin intereses. Puedes utilizar estas ventajas para compras cotidianas, siempre y cuando no te excedas de lo que realmente puedes pagar y pagues todo lo que debes al corte de tu tarjeta.
Por otro lado, el crédito personal es una modalidad de crédito en la que también te presta una institución financiera y suele ser para cantidades mayores que las de una tarjeta de crédito. Esta opción es ideal para adquirir cosas con un valor muy superior, como automóviles, consolidar alguna deuda, remodelaciones del hogar, vacaciones, etc. A diferencia de las tarjetas de crédito, este dinero se abona en tu cuenta personal y tendrás un plazo y una tasa de interés previamente acordados con la institución que te prestó el dinero. Recuerda que, a diferencia de las tarjetas de crédito, no puedes saltarte los intereses con los créditos personales.
En cualquier caso, es importante que siempre consideres tu capacidad de pago antes de solicitar un crédito, ya sea tarjeta o crédito personal, explica Obregón, y concluye: “¿Qué es mejor, comprar con la tarjeta de crédito o con un crédito personal? Antes de tomar la decisión: analiza y compara tasas de interés; considera el tiempo en que se difiere la deuda; conoce los beneficios adicionales; y no uses el crédito para todo, sólo para artículos de mayor valor. De esta forma:
Tendrás una fecha límite de pago y si realizas los pagos fuera de esta fecha, pueden generar intereses moratorios.
Tienes pagos mínimos y pagos totales, recuerda que los pagos mínimos te generarán intereses y los pagos totales es la mensualidad por pagar, esta segunda es por un monto un poco más elevado al mínimo.
Utilizarlos sin tener consciente tu capacidad de pago te puede llevar a tener problemas financieros, sobreendeudamiento y puntuaciones poco favorables en tu historial crediticio.
Si tienes un buen manejo de los créditos, esto favorecerá tu score en Buró de Crédito y al solicitar algún otro crédito, te dará la oportunidad de tener mejores condiciones de tasas, montos y plazos”.