Imprescindible, educación financiera en las aulas

Prestadero, la primera comunidad de préstamos entre personas en Internet en México, invita a los maestros a impartir educación financiera en las escuelas, con el objetivo de dotar a los niños del conocimiento y las habilidades necesarias para una vida financiera saludable.

Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), la educación financiera ayuda a las personas a adquirir un conjunto de habilidades y competencias para administrar mejor sus recursos, hacer crecer y proteger sus activos a través del uso adecuado de los productos y servicios financieros.

La educación financiera en México tiene un alcance limitado, ya que no se incluye en el plan de estudios desde la educación primaria hasta la universidad. Como resultado, los jóvenes carecen de conocimientos sobre los servicios financieros y cómo funcionan correctamente, lo que les genera confusión económica a largo plazo y desafíos.

En conmemoración del Día de los Maestros, celebrado el 15 de mayo en México, Prestadero recomienda que los educadores realicen cursos de educación financiera y luego transmitan estos conocimientos a sus alumnos. El objetivo es que los jóvenes puedan mantener una economía saludable, liberarse de las preocupaciones financieras durante los periodos de pago, ahorrar dinero e incluso lograr inversiones exitosas.

Según datos de Editorial MD, hay 2,074,171 maestros en escuelas públicas y privadas en México, mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registró 2,019,632 hasta 2021. Por otro lado, los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021 realizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el INEGI indican que solo 56.7 millones de personas entre 18 y 70 años en México (67.8%) tenían algún tipo de producto financiero formal (cuenta de ahorro, crédito, seguro o fondo de pensiones).

Uno de los grandes desafíos en México es la gestión de las finanzas personales, donde la mayoría de las personas carecen de presupuestos mensuales, planes de ahorro o fondos de emergencia, en el mejor de los casos. En otros casos, algunas instituciones se aprovechan de la desinformación de los usuarios, ofreciendo pagos supuestamente accesibles a largo plazo, lo que lleva a las personas a pagar el doble o más del valor real del producto.

Gerardo Obregón, fundador y director general de Prestadero.com, cree que la falta de educación financiera es el problema central en nuestro país, ya que no se nos enseñan conceptos básicos, como hacer un presupuesto, ahorrar o distinguir entre tipos de crédito y su función, en ningún nivel educativo. Esto nos lleva a aprender por ejemplo de nuestros padres, quienes tampoco recibieron una educación financiera adecuada y aprendieron de la misma manera.

El valor del dinero. Lo ideal es iniciar por lo básico, saber el valor del dinero y cómo usarlo correctamente, sin gastar de más y haciendo compras inteligentes comparando costos y beneficios.
 

Conocer los productos financieros disponibles en el mercado. Es importante que las personas se acerquen a conocer cuáles son los productos financieros para que tomen la mejor opción disponible en el mercado, ya sea una cuenta de ahorro, de crédito, de inversión, de protección y de servicios, entre otros.
 

Perder el miedo a tener una cuenta bancaria. Uno de los grandes retos en Educación Financiera es incluir a más personas en el sistema financiero formal, lo que les permite mejorar sus finanzas y les abre la puerta a ser candidatos a mejores productos financieros.
 

Apertura a las nuevas opciones financieras. Con la era digital, las instituciones financieras tradicionales (bancos), ya no son la únicas que ofrecen servicios financieros confiables, eficaces y de calidad. Hoy también estamos viviendo el boom Fintech, con lo que el abanico de opciones se ha abierto, ya que es más fácil acceder a servicios financieros desde la comodidad de nuestros hogares u oficinas.
 

Cultura del Ahorro. La cultura del ahorro no solo incluye guardar dinero, sino saber cómo utilizarlo y aprovecharlo a tu favor para solventar gastos no previstos o planear un buen retiro laboral.