“Home office” sin dolor de espalda

Estudios realizados han mostrado que hasta el 80% de la población adulta tiene al menos un episodio de lumbalgia a lo largo de su vida mientras que más del 25% indicó que había tenido un episodio de lumbalgia en los últimos tres meses.
Ciudad de México, junio de 2021.- La pandemia de COVID-19 trajo consigo grandes cambios en la rutina de las empresas y sus colaboradores. Hoy por hoy millones de personas en el mundo continúan trabajando durante jornadas completas o parciales desde su hogar, en muchas ocasiones con mobiliario inadecuado, con malas posturas corporales que posiblemente producen dolor en la espalda o lumbalgia, dolor en el cuello o algún tipo de dolor mixto que termina afectando no sólo nuestra vida laboral sino también personal.

Uno de los dolores más comunes es el dolor de espalda o lumbalgia, éste que puede surgir al estar sentado por periodos prolongados, el uso de un asiento poco o nada ergonómico, ausencia de soporte para brazos y soporte adicional en la zona lumbar para ayudar a mantener la curvatura correcta de la espalda además de un estilo de vida sedentario. La lumbalgia puede manifestarse mediante cualquier combinación de los siguientes síntomas: dificultad para moverse, dolor que suele ser sordo, dolor focalizado en la parte inferior de la espalda, espasmos musculares y área localizada que es dolorosa con la palpación.

Estudios han mostrado que hasta el 80% de la población adulta tiene al menos un episodio de lumbalgia a lo largo de su vida mientras que más del 25% indicó que había tenido un episodio de lumbalgia en los últimos tres meses. Este padecimiento, se ha convertido en un problema de salud pública a nivel global, siendo una de las principales causas de discapacidad en el mundo, por ello la importancia de diagnosticarla a tiempo y tratarla adecuadamente.

Otro tipo de dolor común que se ha manifestado en el trabajo en casa es el dolor mixto, éste afecta a 6 de cada 10 personas que presentan algún tipo de dolor corporal. El dolor mixto es cuando se afecta al músculo y a las fibras nerviosas al mismo tiempo, y provoca síntomas como ardor, hormigueo, punzadas y entumecimiento, así como trastornos del sueño, ansiedad, depresión, quemazón, sensación de frío, descargas eléctricas y sensación de pinchazos.

Es importante mencionar que el dolor más frecuente en los pacientes diagnosticados con dolor mixto es dolor en el cuello y la espalda; y particularmente entre los usuarios de computadoras personales y teléfonos celulares se presenta un conjunto de síntomas llamado “Cuello de texto”, que pueden describirse como una lesión por estrés repetido por ver o trabajar en dichos dispositivos por largos periodos de tiempo, provocando dolor en el cuello, dolor en la parte superior de la espalda, dolor de hombros, dolores de cabeza crónicos y aumento de la curvatura de la columna vertebral.

Sabemos que la vida laboral no se detiene, sin embargo, podemos ayudar a nuestro cuerpo a prevenir este tipo de dolores:

Realice ejercicio físico al menos 5 horas semanalmente.
Cambie su postura periódicamente, trate de levantarse cada 50-60 minutos y camine durante aproximadamente 5 minutos.
Procure utilizar una silla ergonómica y con apoyo lumbar.
Regule la altura de la silla de manera que sus pies queden completamente apoyados en el piso.
Coloque la pantalla de la computadora a la altura de sus ojos y de frente.

Ahora bien, si el dolor ya existe, lo más recomendable es visitar a un médico para obtener el diagnóstico y tratamiento adecuado, el cual suele depender de los antecedentes clínicos del paciente y la gravedad del dolor. Una opción de tratamiento farmacológico es la combinación de un antinflamatorio no esteroideo, como el diclofenaco, que ayuda a reducir la inflamación, y vitaminas B, que actúan en las fibras nerviosas ayudando a liberar al paciente del dolor más rápido. Un ejemplo es Dolo-Neurobión que actúa sobre el origen del problema y provee un alivio, dos veces más rápido que los analgésicos comunes, aún en el caso del dolor mixto.