Campo Pokche: ¿inversión arriesgada en tiempos de transición energética?

Aunque el desarrollo del campo Pokche presenta claras ventajas operativas a corto plazo, su viabilidad a largo plazo es cuestionable debido a los cambios en la demanda de petróleo. Si bien el crudo ligero sigue siendo un recurso valioso, el rápido avance hacia la electrificación del transporte y la transición energética global podrían hacer que esta inversión no sea tan rentable como se espera.

PEMEX ha destinado una inversión significativa de 411 millones de dólares para desarrollar el campo Pokche, ubicado frente a la costa de Tabasco, y se espera que comience su producción en los próximos años, extendiéndose hasta 2034. Este proyecto busca extraer un crudo ligero de alta calidad, conocido como aceite volátil de 42 grados API, especialmente apreciado por las refinerías por su facilidad de procesamiento en productos como gasolina y diésel.

Ventajas operativas y estratégicas

Uno de los principales atractivos del campo Pokche es su cercanía a la refinería Olmeca en Dos Bocas, que se encuentra a solo 28 kilómetros de la Terminal Marítima de Dos Bocas. Esta ubicación estratégica facilita el transporte del crudo, reduciendo costos logísticos. Además, la refinería está diseñada para procesar crudos ligeros y medianos, como el de Pokche, lo que asegura una mayor compatibilidad y eficiencia operativa. La producción proyectada de hasta 29,000 barriles diarios de petróleo y 52 millones de pies cúbicos de gas contribuirá directamente a satisfacer las necesidades de refinación de la planta.

Otro factor a considerar es que el crudo ligero como el de Pokche requiere menos energía para ser refinado y genera menos residuos, lo cual representa una ventaja importante en términos de sostenibilidad operativa.

¿Es una inversión viable a largo plazo?

A pesar de estas ventajas, el panorama a largo plazo es incierto. Aunque el campo comenzará a producir de forma significativa en unos 10 años, el contexto energético mundial está cambiando rápidamente. Se espera que, para 2034, los vehículos eléctricos (EV) representen hasta el 30% de las ventas globales de automóviles, lo que reducirá considerablemente la demanda de combustibles fósiles. Además, las políticas globales de transición energética están acelerando la adopción de energías limpias, lo que podría afectar negativamente la rentabilidad de proyectos petroleros a largo plazo.

PEMEX, que enfrenta desafíos financieros y técnicos, se arriesga a que la demanda de crudo disminuya considerablemente para el momento en que el campo Pokche esté en plena operación. A pesar de la alta calidad del crudo y su compatibilidad con la infraestructura de refinación, la volatilidad del mercado del petróleo, las regulaciones ambientales más estrictas y el avance de las energías limpias hacen que esta inversión sea arriesgada.